He de decir que ya no recuerdo cómo supe de la existencia de tan maravilloso aparato... pero sé que fue así como en el ´99 cuando me dio duro por la cocina.
La thermomix es cara, no lo voy a negar, con lo que la primera que tuve fue un modelo viejo y comprada de segunda mano, o sea, usada, por internet. Era así:
Como la compré de segunda mano, no tuve a nadie que me hiciera una presentación ni esas cosas, aunque sí que me dió el libro de recetas y yo misma imprimí unas cuantas que encontré en internet... además de comprar unos cuantos libros con recetas para thermomix, pero de eso hablaré en otro momento.
En agosto del 2007 pude por fin comprar el último modelo:
¿Por qué gusta tanto la thermomix? Pasa que es muy completa, puedes desde licuar muy finamente lo que sea hasta triturar... ¡lo que sea! :) Por ejemplo, a partir de que la tengo ya no compro azúcar glass sino que me la hago yo misma. También prefiero comprar café en grano y molerlo en la thermomix. Ahora, pasa que puede hacer mucho más que eso, se puede hasta cocinar al vapor en ella, freír cebolla, montar claras de huevo para hacer merengue... ¡casi, casi lo que se te ocurra! Y trae muchas recetas (más las que puedes encontrar en internet, en libros no autorizados, etc.).
Pasa que la thermomix te garantiza, sin importar que nunca antes hubieras cocinado en tu vida, que harás comida con la calidad de un restaurante de hotel de 5 estrellas. ¡No exagero! Eso sí, debes seguir al dedillo las recetas, aunque claro, conforme la vas conociendo, ya vas haciendo tus adaptaciones.
Mentiría si te dijera que sólo cocino en thermomix, porque aunque se puede freír cebolla en ella, por ejemplo, yo prefiero hacerlo de la forma tradicional, en una sartén y cuidarla y removerla y esas cosas... pero sólo porque son cosas mías, no que quede mal en la thermomix ni mucho menos.
¡Definitivamente la recomiendo! :D
Etiquetas: cocina, gadgets y chunches, joyas culinarias, thermomix
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